Grefusa decidió tangiblizar el sabor del odio, convirtiéndolo en un snack real. Un producto con sabor y olor asquerosos, tan desagradable como las situaciones de acoso y violencia que miles de personas sufren a diario por su condición sexual, género, origen...
Este snack, al que llamaron “Haties”, se convirtió en el principal activo de comunicación de una campaña con 2 objetivos: generar notoriedad y reforzar el mensaje contra el odio en diversos ámbitos de la sociedad.
Para conseguir la máxima repercusión mediática, partimos de una gran premisa: ¿Por qué dejar el snack encerrado en una campaña, si podíamos acercarlo y hacer partícipes a los protagonistas? ¡Y eso hicimos!
Detectamos los ámbitos sociales que mayor interés potencial generaban en los medios de comunicación, por impacto social y actualidad: las aulas y el deporte. Así que diseñamos eventos y experiencias para dar a probar el snack a nuestro target en esos entornos tan “castigados” por el odio.
Para el primero, instalamos una máquina vending de Grefusa en el hall de la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia y Acoso en la Escuela. Una máquina que repartía aleatoriamente productos Grefusa “buenos” y Haties en la misma proporción que se dan casos de odio en colegios y universidades.
Para el segundo evento contamos con la colaboración de Claudia Zornoza y Rocío Gálvez, jugadoras del Real Madrid y campeonas del Mundo con la Selección Española. Quién mejor que ellas para transmitir nuestro mensaje de concienciación a los jugadores y jugadoras de la categoría cadete del Club Deportivo Nuevo Boadilla…. Y ante medios generales como Europa Press y TVE o deportivos como El Chiringuito.
Con un concepto tan potente, debíamos acercarlo a su público objetivo.
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