Gestionar las relaciones públicas (RR.PP.) de una organización significa ir más allá de los comunicados de prensa y eventos. Implica un análisis profundo de la marca, su mercado y su público, seguido de un plan de acción de relaciones públicas para una empresa, tanto de forma directa como indirecta.

Para realizar una estrategia de relaciones públicas efectiva, es necesario seguir un proceso estructurado que permita a las empresas o marcas comunicarse eficazmente con sus audiencias y stakeholders.

Plan de acción de relaciones públicas para una empresa en 10 pasos

  1. Evaluación de la situación actual: es fundamental comprender el punto de partida. Esto conlleva investigar a fondo cuál es la percepción que la audiencia tiene de la marca, sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (Análisis SWOT o DAFO).
    Las fortalezas (F) y debilidades (D) son internas; las fortalezas ayudan al crecimiento de la marca y las debilidades son áreas por mejorar. Las oportunidades (O) y amenazas (A) son externas; las oportunidades son circunstancias que la empresa puede aprovechar para crecer y las amenazas son riesgos que podrían frenar su crecimiento.
  2. Definición de objetivos: las metas deben ser SMART (específicas, cuantificables, realistas, importantes para el negocio y con un plazo concreto para lograrlas).
    Por ejemplo, en relaciones públicas, un objetivo SMART sería "Aumentar la cobertura mediática un 20% en seis meses, mediante una campaña para el lanzamiento de un nuevo producto".
    Otro ejemplo, "Elevar la percepción de la marca en un 15% antes de fin de año, con eventos de networking y artículos en medios clave".
    Estos objetivos deben alinearse con las metas del negocio, como aumentar la cuota de mercado o mejorar la satisfacción del cliente, para que las estrategias de relaciones públicas impulsen el éxito de la empresa.
  3. Identificación del público objetivo: conocer a quién nos dirigimos es fundamental para el éxito de cualquier plan de acción de relaciones públicas para una empresa. Esto implica definir claramente quiénes son las audiencias primarias y secundarias, además de realizar un esfuerzo por comprender en profundidad sus necesidades, preferencias y comportamientos. Entender estos aspectos permite crear mensajes más efectivos y dirigidos, que resonarán de manera más significativa en cada grupo.
  4. Desarrollo de mensajes clave: debemos crear mensajes que resuenen profundamente en el público objetivo, logrando una conexión auténtica y duradera. Estos mensajes deben ser consistentes en todas las plataformas, claros para evitar cualquier tipo de confusión, y deben reflejar fielmente los valores y propósitos de la marca, para así generar una identidad sólida y confiable ante los consumidores.
  5. Selección de tácticas y canales: hay que escoger cuidadosamente herramientas y plataformas para comunicar mensajes de forma efectiva. Esto incluye canales como las redes sociales, para alcanzar audiencias amplias; los eventos, que brindan oportunidades únicas de interacción directa; y el marketing de influencia, que utiliza el poder de figuras respetadas para amplificar mensajes, entre otros métodos alineados con los objetivos de comunicación.
  6. Alianzas estratégicas: considerar la búsqueda de colaboraciones o asociaciones estratégicas que puedan amplificar significativamente el alcance y la efectividad de nuestra estrategia de relaciones públicas, explorando oportunidades con organizaciones que compartan objetivos similares o que puedan beneficiarse también.
  7. Implementación del storytelling: utilizar el arte de contar historias es una estrategia poderosa para hacer que los mensajes sean más atractivos y memorables para el público. Esta técnica permite construir una conexión emocional más profunda con los oyentes, transformando la información en una experiencia envolvente y significativa. Al narrar de manera efectiva, se logra captar la atención de la audiencia y también dejar una impresión duradera que potencia el recuerdo del mensaje.
  8. Programas de responsabilidad social corporativa (RSC): consiste en integrar acciones concretas que demuestren el compromiso real de la empresa con la sociedad y el medio ambiente. Tienen un impacto positivo en el mundo y también puede fortalecer significativamente la imagen de la marca ante los consumidores, quienes valoran cada vez más a las empresas responsables y conscientes.
  9. Monitoreo y evaluación: es muy importante medir el impacto de las acciones de relaciones públicas utilizando indicadores de rendimiento clave (KPIs). Esta medición proporciona una comprensión clara del éxito de las estrategias implementadas y también permite realizar ajustes precisos en la táctica seguida, según sea necesario, para optimizar los resultados y alcanzar los objetivos establecidos de manera más efectiva.
  10. Comunicación interna: no subestimemos la importancia de una comunicación efectiva dentro de la organización. Es esencial asegurarse de que todos los empleados estén plenamente alineados con los objetivos y mensajes clave de la estrategia de relaciones públicas. Esto implica la implementación de canales de comunicación abiertos y efectivos que permitan un flujo constante de información y feedback entre los diferentes niveles y departamentos de la organización. Sólo así se puede garantizar que la estrategia de comunicación sea cohesiva y refleje fielmente la misión y visión de la empresa.

Al seguir estos pasos, las empresas pueden crear y ejecutar un plan de acción de relaciones públicas para una empresa que no solo mejore su imagen y reputación, sino que también contribuya al logro de sus objetivos de negocio. Contáctanos y cuéntanos las necesidades de tu organización para que podamos asesorarte acerca de cuáles son los próximos pasos para mejorar vuestras relaciones públicas.